Un testigo vió saltar la valla que rodea la entrada principal del Palacio de Artaza a dos personas, no pudiendo realizar la descripción por la rapidez que se producen los hechos, pero sí asegura que llevaban una bolsa en sus manos. Al acercarse al Palacio observó que la puerta de acceso se encontraba abierta y llamó a la policía.
En unos minutos llegó un coche patrulla con dos agentes. Después de hacerse cargo de la situación decidieron acordonar la zona e informaron a sus superiores.
Los agentes, al no considerar veraz su explicación y debido a la gravedad del delito proceden a su detención y lectura de derechos, asimismo le informan que tiene derecho a estar presente en la inspección ocular del lugar del robo. El detenido expresa su deseo a estar presente en la inspección ocular sin la presencia de abogado, cumpliendo el art. 333 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal.
El detenido contaba con antecedentes por robo en domicilio, pero declaró a los agentes que se había encontrado la bolsa y que no sabía nada de su contenido. Previo al traslado al lugar del hecho, se le realizó un cacheo preventivo y entre sus pertenencias había un reloj con una correa de plástico rota. Ante la pregunta por parte de los agentes de su procedencia aseguró que era suyo.
La unidad de ciencia forense se trasladó al Palacio de Artaza para realizar la inspección ocular, reconstruir el hecho delictivo y proceder al levantamiento de las evidencias.